En esta ocasión no vamos a hablar de los baños de gong, ni del gong, ni nada de esto.

Tenía pensado escribir sobre otro tema pero dada la situación en la que nos encontramos a nivel mundial he decidido aparcar los gong, en este post y hacerte una pregunta.

Antes de preguntarte

El día de la publicación de este post llevaremos veintitrés días confinados en casa por el actual estado de alarma sanitaria en el que nos hallamos.

Son momentos difíciles para todos. Para unos más, para otros menos, pero en cualquier caso difíciles y más sabiendo que se prolongarán durante, siendo muy optimista, al menos quince días más.

Calendario y reloj de arena

Cuando hace algo más de año y medio decidí dejar la profesión que hasta entonces me había dado de comer, lo hice con un propósito claro. Dedicar mi tiempo a ayudar a los demás. No sabía como pero sabía que eso era lo que quería y tenía que hacer.

No me voy a enrollar con esto. Si quieres saber más puedes leerlo en este artículo del blog.

Mi propósito se ha ido cumpliendo desde que comencé a tocar gong. Desde que empecé a dar baños de gong para transmitir calma y tranquilidad; para ayudar a desbloquear tensiones y emociones; para dar luz a los miedos.

Pero todo esto paró de golpe.

De pronto, nos vemos en casa, sin poder salir, con todo parado y más perdidos que Wally en Nueva York.

Así que se me plantean las siguientes preguntas que tengo para ti.

¿Que tal te encuentras y cómo puedo ayudarte?

¿Cómo llevas este recogimiento social al que nos hemos visto obligados?

¿Cómo puedo aportarte algo que te sirva para estar mejor?

Estas son las preguntas que, si te tuviese cerca, me gustaría hacerte. Saber cual es tu sentir, tus emociones, tus dudas, tus temores o miedos y hablarte de los míos.

Ya sabes que estoy grabando algún video de baño de gong y subiéndolos a Youtube para que los puedas escuchar, ver, compartir… lo que sea peeero siento que necesito ir un poco más allá.

De ese sentimiento nace mi pregunta hacia tí. ¿Cómo puedo ayudarte a pasar este confinamiento?

Te abro este blog para que me digas lo que sientes, lo que te vendría bien, lo que te gustaría escuchar o recibir.

Una mujer le habla al oido a un hombre.

Quizás quieres compartir alguna experiencia que has tenido en estos días y que puede ayudar a los demás que estamos aquí a llevar mejor la situación.

Quizás quieres contarme me si los baños de gong grabados te sirven. Si te gustaría que fuesen de otra manera, más suaves, más fuertes, más largos, más cortos, no se lo que se te ocurra.

Ya sé que no tienen nada que ver con recibirlos en directo, pero menos da una piedra ¿No?

Mas abajo puedes dejar tu comentario sugiriendo lo que quieras. También me puedes contactar por privado por los diversos medios que encontrarás en esta web ( email y WhatsApp).

Pero me gustaría saber que necesitas, o que opinas o simplemente como estás.

Mi momento wau!! de esta semana pasada.

Voy a comenzar yo contándote como llevo este retiro.

La verdad es que para mi no ha habido un gran cambio respecto a los anteriores meses ya que me encontraba estudiando un Master online, muy exigente, que me tenía y me tiene delante de la pantalla del ordenador todo el día.

Sólo salía para ir a Pilates dos días en semana, para ir a los baños de gong y en ocasiones, cuando mi cabeza ya estaba embotada de tantos datos, para darme un buen paseo por el monte y practicar Tai Chi en la naturaleza.

Aunque la situación no ha cambiado demasiado puesto que sigo estudiando y aplicando lo aprendido, saber que no puedes salir, que no te puedes relacionar con tus amigos en una casa el Domingo por la tarde, que no puedes ir al monte. Todo esto, en ocasiones, me crea un poco de ansiedad que hay que mitigar.

Así que me busco pequeños placeres para salir de la rutina del día de la marmota.

Me tomo un cafetito con unas onzas de chocolate, abro una cervecita con unas aceitunas o practico Tai Chi o Mindfulness.

Y precisamente, el otro día que hacía un sol espectacular, y se estaba muy bien al aire libre me salí al patio que hay delante de casa (soy un privilegiado por tener un espacio para estar fuera) y me puse a meditar.

¡¡Wau!! que momentazo. Disfruté de esa sensación de estar al sol, relajado, en mi interior, escuchando el canto de los pájaros. Sin ruido de coches, de sirenas o aviones.

Fue media hora increíble que me puso las pilas para el resto del día.

Así que te animo a que te busques esos pequeños placeres que te hagan llevar el día mejor. Quizás, si no tienes patio o terraza, te puedes poner delante de una ventana abierta para sentir el fresco y disfrutar de esa sensación. Sin pensamientos, solo sentir.

Conecta con esos placeres simples, tan olvidados y a la vez tan potentes.

Bueno, espero que me cuentes como estas y como puedo ayudarte y sobre todo, espero que muy pronto nos podamos ver, abrazar y compartir como hacíamos antes de esta situación.

¡¡Mucho ámimo!! Ya queda menos para vernos.